Nuestra Iglesia

lunes, 21 de noviembre de 2011

SEÑOR JESÚS, REY DEL UNIVERSO Y MARÍA, REINA DE LA PAZ...


...REINEN EN NUESTROS CORAZONES, EN NUESTRAS FAMILIAS, 
Y EN NUESTRO PAÍS

Entonces, hoy celebramos en la Iglesia Universal a nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, y mañana en nuestra en nuestro país, la Solemnidad de nuestra Señora de la Paz. Unidos a la intención del Papa Pío XI al instaurar la fiesta de Cristo Rey y a la fiesta mariana de mañana, pedimos que Jesús y María reinen en nuestro país tan azotado por el látigo de la violencia y la cultura de la muerte.

Según el informe "Carga Global de la Violencia Armada, El Salvador figura o encabeza la lista de los 14 países más violentos del mundo y los 6 de Latinoamérica. En datos concretos, El Salvador tiene una tasa de más de 60 muertes violentas sobre 100,000 habitantes. Son cifras alarmantes pero reales estimados hermanos y hermanas.

Todos deseamos la paz en nuestro país, en nuestra sociedad, pero recordemos que la sociedad está formada por individuos, por personas, es decir, no soñemos en una sociedad pacifica si nosotros como personas individuales no ponemos el granito de arena para que esto sea posible. Por eso les pregunto: ¿Hay paz en sus corazones? Más aún, ¿estamos en paz con Dios y por lo tanto instrumentos de paz para nuestra sociedad? La solución no será un pretendido plan perfecto de gobierno, ni sólo discursos intelectuales; hay que orar y trabajar como individuos por ser instrumentos de paz.

"Ha sido costumbre muy general y antigua llamar Rey a Jesucristo, en sentido metafórico, a causa del supremo grado de excelencia que posee y que le encumbra entre todas las cosas creadas. Así, se dice que reina en las inteligencias de los hombres, no tanto por el sublime y altísimo grado de su ciencia cuanto porque El es la Verdad y porque los hombres necesitan beber de El y recibir obedientemente la verdad. Se dice también que reina en las voluntades de los hombres, no sólo porque en El la voluntad humana está entera y perfectamente sometida a la santa voluntad divina, sino también porque con sus mociones e inspiraciones influye en nuestra libre voluntad y la enciende en nobilísimos propósitos. Finalmente, se dice con verdad que Cristo reina en los corazones de los hombres porque, con su supereminente caridad(1) y con su mansedumbre y benignidad, se hace amar por las almas de manera que jamás nadie entre todos los nacidos ha sido ni será nunca tan amado como Cristo Jesús" (Pío XI, 11-Dic-1925). 



Pbro. Gustavo Romero
Director espirtual de JUCRIS

Parroquia "El Santuario", San Vicente

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